Siempre se puede estar más abajo

Los jugadores de Guaraní se plantaron: No entrenan hasta no tener novedades del pago de sueldos. Sin firmas, por temor a represalias, pidieron empatía a los hinchas y socios.

No debe ser nada fácil ser jugador de Guaraní en estos tiempos. No debe ser nada fácil no tener con qué alimentarse, dar de comer a la familia o simplemente entrenar para rendir como el DT (otro DT nuevo) lo exige en cada entrenamiento.

Es una bomba de tiempo Guaraní, lo viene siendo desde hace tiempo. Y es una bomba que ya explotó, que ya tiró esquirlas por todos lados, que salpicó a propios, a extraños y que, con los pocos que quedan, sigue contaminando puertas adentro. Es, sin lugar a dudas, el club más grande de la provincia. Pero también es el que peor la está pasando.

Del no debe ser nada fácil del primer párrafo, la realidad es que debe ser de lo más difícil. El jugador de Guaraní, si gana, es ídolo. Si pierde es el culpable. El 9, si convierte cobra, si no, “para qué pagarle si no hace un gol”. Guaraní nunca explicó porqué se fue Young, tampoco porqué lo habían traído. Llamó su presidente hasta a Darío Labaroni, aquel DT que se fue pegando un portazo con marcado dolor, cerrando su paso por el club por diferencias con el mandamás. Su negativa fue la puerta de entrada para Ormos, el ayudante de campo de Dutto en la campaña que terminó con la derrota en la final ante Central Norte.

La nota del Plantel Profesional. Sin nombres propios, pero en conjunto.

Es Vedoya el mismo que echó hace dos semanas a Young, el técnico que eligió para reemplazar a Dutto. Ahora llegó Ormos, quien su sumó al proyecto Guaraní a sabiendas de que le esperarán meses (si llega) de mucha exigencia y pocos pagos. Como ya se leyó en esta página, Guaraní se sostiene sólo gracias al bolsillo de Vedoya, con nula participación de privados y poca del Gobierno Provincial.

En el mientras tanto pasan los nombres, pasó hasta Barinaga (que duró 10 días), y refuerzos pagados por hinchas apasionados del club. El caso de Ezequiel Narvaez, un defensor traído y bancado por uno de los pocos que quedan al lado de Vedoya.

Hoy la Franja no entrenó. A la dirigencia le juega a favor el tiempo: Este fin de semana no tendrá actividad por el Torneo Regional, el cual lo volverá a poner en cancha recién el 7 de diciembre. Si viaja, habrá que ver hacia dónde, cómo y cuándo. También será cuestión de esperar las represalias dirigenciales para con el plantel. Por experiencia se sabe que alguna cabeza rodará tras este parate.