Carlos Míguez recibió el llamado de Lucho Viana y no dudó. Volverá al Misionero de Pista para ser parte de los invitados de la Clase 3. También apunta a correr este año con su clásico Escort.

Por Emiliano Andreoli (dealtovuelo.com). Su pasión se ve venir desde lejos, hablar de automovilismo es casi un buen día en la vida de Carlos “Negro” Míguez. ¿Alejado de las pistas? Para nada. Solo está tomando impulso para poner a su Ford Escort sobre algún asfalto misionero. ¿Cuánto falta? Menos. Lo sabe él, porque observa todos los días el avance del armado de un auto que lo tuvo en las buenas y en las malas.
En dealtovuelo.com se viene leyendo hace semanas que éste fin de semana será especial para el Campeonato Misionero de Pista. Y para el obereño también lo será. Es que recibió el llamado de Luciano Viana y su pasión se encendió nuevamente. “Sos mi piloto invitado”, le confirmó Viana desde Eldorado. No hizo falta que Míguez acepte, ya todos conocían ese sí como respuesta.
En la tarde del jueves, el Negro (porque así se presenta), viajó desde Oberá para ser parte de #ReelDeportivo, programa emitido en Canal 12 de 18.30 a 19. “Vine y ya me quedo para el fin de semana. Estuvimos probando el Clío de Viana y anda bastante bien, vamos a intentar ser protagonistas, pero no va a ser fácil”, explicó Míguez.
Para él, aunque parezca raro, será un fin de semana de descubrimiento. Es que a la pista larga del Rosamonte no la conoce. Sí corrió y mucho en el circuito corto de Posadas, pero descubrirá poco más de 1800 metros extras, un bajadón a fondo y una horquilla larga para retomar al circuito viejo.
“Es una gran alegría compartir este fin de semana con todo el mundo del automovilismo misionero. Mi vida gira en torno al automovilismo, así que siempre, de una forma u otra estoy ligado al automovilismo. Esta invitación llegó hace dos semanas, me llamó Lucho y me invitó. Probamos el auto y acá estamos, con muchas ganas”.

Ponerse el casco, un cable a tierra
“Yo empecé a los 12 en Karting. Pienso que el piloto que se sube tiene sensaciones distintas. A mí por ejemplo me pasa que me pongo el casco y me olvido de todo, de los problemas, de las cosas de la vida, dejo todo al margen”.
“Hace un año y ocho meses que no corro”. Quizá si le preguntaba por la cantidad de días sin correr, lo sabría con las horas. Es que extraña el automovilismo y no lo esconde. Viajó 100 kilómetros sólo para hablar de automovilismo, por lo que no es muy difícil imaginarlo sin poder conciliar el sueño en los días previos a la quinta fecha.
“Hay que correr sabiendo lo que uno hace, no sirve hacerse la cabeza antes. Creo que hoy por hoy, en esta categoría (la Clase 3), hay experiencia para saber que si hay que levantar se levanta. La Clase 3 tiene un poco más de profesionalismo que las otras del automovilismo misionero. Pero está bien, son escalas que se van dando en el automovilismo”, detalló respecto del fin de semana, donde será parte de la división con más potencia del Misionero de Pista.
Aquel golpazo inolvidable
“El recorrido en Posadas se cambió por la cantidad de autos que hay. Pero sí, a mí me tocó darle al muro porque venía siguiendo a Sergio (Nilsson) y, después me entero, él venía con el acelerador trabado y mirando abajo para ver qué lo trababa. Él ve el muro y hace un pequeño giro de volante hacia la izquierda, yo no pude esquivarlo y terminé dando tres vueltas”, explicó respecto a un accidente que obligó a replantear la posibilidad de correr con el circuito completo en el zonal misionero.