El Colectivero vive otra temporada para el olvido. Ahora se le fue un técnico serio, que no pudo con las pocas herramientas que le dieron. El panorama, peor que nunca.
La situación deportiva e institucional de Crucero del Norte terminó por detonar la salida de Sergio “Toti” Arias, quien dejó de ser el entrenador del equipo misionero que participa en el Torneo Federal A. El Colectivero atraviesa un momento delicado: está último en la zona 4, ganó apenas dos partidos en todo el campeonato y hace más de una ronda que no consigue sumar de a tres.
En diálogo con el programa El Mundo del Deporte, Arias confirmó su alejamiento: “Me voy con sensaciones tristes, uno vino para otra cosa y nos toca irnos así”, expresó visiblemente conmovido. Según su versión, se trató de un “arreglo de las dos partes”, aunque las condiciones dentro del club venían tornándose insostenibles.
Las razones deportivas se mezclan con serios inconvenientes internos. En las últimas horas, seis jugadores abandonaron el plantel sin explicación oficial, aunque se sabe que los problemas económicos tuvieron peso en las decisiones. A eso se suman las bajas por lesión o suspensión, que obligaron al DT a contar con apenas 17 futbolistas disponibles para entrenar y competir.
Aguirre, Mariani, Gonzalez, Soto, Gil, Marciante dejaron el club en las últimas horas.
Además, Arias debía trabajar con cuatro juveniles ascendidos a Primera sin su consentimiento y que no conocía. A la par, el club incorporó tres refuerzos que tampoco fueron pedidos por el técnico y que no pueden jugar por falta de documentación. Según se estima, recién podrían estar habilitados a partir del 7 de julio, aunque sin confirmación oficial.
En ese contexto de incertidumbre, resultados adversos y falta de respuestas institucionales, Arias decidió dar un paso al costado. La dirigencia ahora deberá encontrar reemplazo para intentar revertir un presente preocupante, que tiene al Colectivero en el fondo de la tabla y sumido en una crisis que va mucho más allá de lo futbolístico.
