Argentina logró el pasaje a cuartos de manera anticipada. Eso, aunque cueste creerlo, casi fue una mala noticia para el resto.

Ganar será siempre el objetivo y hasta cuesta sacar conclusiones de que una victoria te puede significar un desgaste. Quizá para Scaloni fue una solución, pero su trabajo se duplicó a la hora de pensar un equipo alternativo para el choque ante Perú. Si Garnacho, si Carboni, si Di María se quiere sumar con los suplentes, si el 9 es Lautaro o sigue Julián… ¿Quién ataja? El Dibu no quiere salir y sacarlo puede significar, justamente, un contratiempo.
Perú espera, quizá con la esperanza de, habida cuenta de la situación de su rival, conseguir una victoria que podría ser histórica (y necesaria si quiere clasificar). Olió sangre el conjunto peruano, pero enfrente está la Selección campeona del mundo. Con sus cambios, es cierto, pero con las tres estrellas en el conjunto.
Las entradas, por el piso
Sin Messi, sin Scaloni, las entradas para el choque de esta noche bajaron considerablemente. De aquellos 400 que arrancaron valiendo cuando se pusieron en venta, hoy se consiguen 2 por 200.
En Miami se siente ese deseo de que la ciudad respire fútbol, aunque el esfuerzo todavía no ha encontrado buenos resultados. Se sabe que hay una Copa América, se conocen algunos nombres de los jugadores, pero no hay una cultura futbolera, al menos no de las que conocemos nosotros.
Los banderazos, para colmo, se dividieron en el día previo a la tercera fecha: En uno tocó Ciro, en otro Los Totora y en el último apareció la policía para disuadir al grueso de los hinchas argentinos. En Miami hacen no menos de 35 grados durante todo el día, mientras que de noche baja a 30. Hace calor en serio, hay humedad y el sol pica como nunca.

Hoy, en esa previa que los hinchas argentinos armarán en las afueras del Hard Rock Stadium, se espera el encuentro con el fervor albiceleste, ese que luego intentará entrar al estadio para trasladarlo a los 11 que Pablo Aimar pondrá en cancha ante Perú.