Mitre tuvo un partido casi perfecto e impuso condiciones ante Victoria de Eldorado. Fue 5 a 0, con tres de Silvero, un golazo de Enzo Bruno y la apertura de Barrientos.

El Torneo Regional Federal Amateur comenzó hoy con su segunda fecha en la Región Litoral Norte. En Rocamora, pero ahora de local, Mitre recibió a Victoria y lo goleó sin complicaciones por 5 a 0. Matías Barrientos, Enzo Bruno y Thomy Silvero (3) marcaron los goles de un Auriazul que no desacelera ni cuando puede.
En el banco tiene Mitre a un Salinas que no deja lugar a la desconcentración ni mucho menos la falta de entrega. Esos platos los pagó Manu Roa, un polifuncional que hoy fue reemplazado cuando iban apenas 28 de la primera parte. Ni a tomar agua llegó Roa, pero su cambio cambió el partido. Por él entró Silvero, quien por goles se terminó convirtiendo en la figura de la tarde.
Por juego, otra figura
La 10 en Mitre la tiene Leo Morales. Y qué bien está puesta esa camiseta en ese jugador. Tiempista, de grandes resoluciones con pelota en movimiento. Encuentra los huecos, habilita y recupera. Completo partido del enlace, quizá el único que no recibió grandes indicaciones de Pico Salinas. El resto sí: Que abrite, entrá, salí, jugá, corré, meté, despertate. Todas indicaciones que llegan incesantemente desde el banco de suplentes y que mantienen atentos a los 11 dentro del campo.
Del otro lado había solo 10 jugadores. Es que Schunke, el árbitro del partido, sacó rápido la roja a Carlos Urbina, el 2 de Victoria. Una expulsión apresurada y desmedida, pero que abrió el camino al local para que pudiera imponer condiciones. Si bien la visita nunca inquietó, cada vez que lo intentó se encontró con banderas arriba por parte de los líneas. Algunas (por no decir casi todas) de dudosa veracidad.
El local, que sorprendió con ese cambio en el primer tiempo, marcó el primero a través de Matías Barrientos, ese lateral por derecha de buen juego aéreo, que cambió por gol el buen centro desde la derecha.

Después fue todo de Silvero en el segundo tiempo. Goles en pocos minutos para sentenciar una goleada que sirve para acomodar sus ideas y trabajar durante la semana a sabiendas de que le queda otro partido como local antes de salir a la ruta.
Párrafo aparte para la definición de Enzo Bruno, quien un minuto antes sabía cómo pegarle para ubicarla en el ángulo del arco de enfrente y decorar definitivamente una goleada clave.