El Japonés, una vez más, levantó una serie en casa. Derrotó 82-4 a Bochas, cerró el mano a mano 2-1 y ahora quiere dar el salto de categoría

El Templo Oriental tuvo una nueva noche de esas que quedarán en la memoria. Tokio, como acostumbró en esta Liga Federal, levantó una serie en casa después de haber arrancado abajo tras una derrota en Córdoba.
Fue victoria el lunes por la noche ante Bochas de Colonia Caroya y ayer, en una nueva demostración de que tiene con qué, venció 82-74 a los cordobeses para meterse en la final interconferencia y ahora ir por el ansiado ascenso a la Liga Argentina, la segunda categoría del básquet argentino.
Después de dos años de quedarse a las puertas, de estar cerca, el Japonés peleará por el ascenso. Hace varios años que Tokio empezó a desandar el camino con ese objetivo. Se enfocó en dos pilares: la infraestructura y las formativas. Llegaron los títulos a nivel provincial y se animó a volver al plano nacional.
Armó planteles competitivos y durante tres años seguidos (incluida la presente temporada) fue el mejor equipo de esta parte del país. En las dos temporadas anteriores se quedó con las ganas de llegar a la final interconferencia, esa que reparte un ascenso a la Liga Argentina. Probó de nuevo porque, dicen, que la tercera es la vencida. Ahora sí. Tokio se metió en la final por el ascenso.

El domingo será el primer capítulo ante Centenario de Venado Tuerto, Santa Fe. Será en casa, en el estadio Jorge Yamaguchi y desde las 21.30. Después tendrá la difícil tarea de jugar fuera de casa, porque el segundo juego será el miércoles 3 de julio en tierras santafesinas y, de ser necesario, habrá un tercer encuentro el jueves 4 de julio, también en cancha de Centanario.
Ahora todos los cañones están puestos en lo que pasará el domingo, cuando Tokio empiece a recorrer la serie que podría ponerlo en la Liga Argentina.