La quinta fecha del Campeonato Misionero de Pista fue larga pero con grandes espectáculos. De Ley y Da Cruz, los grandes ganadores en Posadas.

Por Emiliano Andreoli (dealtovuelo.com). Impecable desde el tiempo hasta la temperatura, bien presentado como siempre y con el condimento de tres finales más para los fierreros misioneros, que desde hace un tiempo acompañan al zonal como si se tratara de una categoría nacional.
La quinta fecha del Misionero de Pista terminó siendo una gran fiesta, con sobrepasos, toques, polémicas (ver aparte) y ganadores que sacaron boleto a la pelea por el campeonato. Ocho finales en lugar de las cinco habituales, más de 200 pilotos en total y 120 autos que se prepararon durante semanas para ser parte. De eso se trata el automovilismo en Misiones, un trabajo mancomunado con el éxito al final del domingo, que tuvo a la banda local Caramba para darle un broche de oro y festejar algún cumpleaños fierrero.
Para Carlos de Ley, un fin de semana perfecto

El piloto de Guaraní estuvo en el Autódromo de Posadas desde el miércoles. Ultimó detalles, buscó la mejor puesta a punto y en la final de titulares de la Copa Fiat 1.4 hizo lo que el auto le mostró en la semana. Llegó a la punta rápido y no la soltó más. Su Fiat respondió y hasta pudo guardar para la segunda convocatoria de los Fititos.
El podio de la primera final se completó con Marcelo Da Cruz y Cervera, en una final que tuvo un inicio complicado por el choque en la sexta curva, que dejó hospitalizado a Gustavo Grun.
La final del finde
La última Copa Fiat 1.4 fue de lo mejor del domingo. A pesar de los tres ingresos del auto de seguridad, los invitados se entregaron de lleno al público, determinaron que todo sea bajo un marco de respeto deportivo y con sobrepasos hasta la última curva.
Entre Unfhurer y Errecaborde deleitaron al amante de los fierros misionero. Se dieron con de todo durante las 10 vueltas de la final. A falta de dos giros, parecía que la gloria iría para Unfuhrer, pero 25 milésimas de segundo le dieron la victoria a Errecaborde, para que el Fiat de De Ley sume 2 de 2 en un fin de semana perfecto.
Todos los puntos para Da Cruz
Las finales del TC 4000 Misionero tuvieron siempre a la Dodge de Da Cruz adelante. El posadeño hizo todo bien: Ganó la final de titulares y le entregó el auto en la pole a Tomás Urretavizcaya, quien se escapó desde el inicio de la definición de invitados y sumó otros puntos importantes para el campeonato.
Atrás, en la carrera de titulares, se ubicaron Wiebel y Bananita Benítez, en una final que los tuvo luchando durante gran parte de las 12 vueltas por el segundo escalón del podio.
En la de invitados, en tanto, detrás de Urretavizcaya llegó Trosset con el Falcon de Héctor Finke, auto que conoció el podio por primera vez en la temporada. Tercero llegó Adrián Ciocci con la Chevy de Marcelo Kuchaski, quien no pudo terminar la final de titulares por un fuerte golpe de Javier Kupski.

La Clase 1, para Mieres
El subcampeón de la categoría va por todo y demostró en las 12 vueltas de la final de la categoría más numerosa del Misionero. Peleó de punta a punta, con marcado respeto, ante Bautista Bustos y Juan Finten. Se prestaron la punta hasta tres vueltas antes del final y allí fue Mieres el que se despegó, dejó de apostar a otra posición y ganó con autoridad.

Punto a favor para la categoría, que va ganando en nivel de sobrepasos y respeto entre los pilotos. Sin dudas será el camino a seguir, sin esos toques tan perjudiciales (y caros) para la división.

Madelaire se escapa
En el TCM, tuvo diferentes líderes durante las 12 vueltas de la final. Madelaire, que largò adelante, perdió la punta a manos de Darío Bogado, quien no la pudo sostener. Juan Dos Santos aprovechó la lucha de adelante y también dominó la final, pero a poco del cierre fue el propio Bruno Madelaire quien se recuperó y se llevó el triunfo. Segundo se ubicó Mariano Tajada y tercero, Darío Bogado.
La Clase 3, una lucha aparte
La polémica está en otra nota. Pero le corresponde sólo a los titulares. Entre los invitados, show y del bueno, del sano y del automovilismo misionero en su máxima expresión, aunque con nombres ajenos.
Manuel Luque tuvo una lucha mano a mano con Joaquín Volpe primero y luego con Lucas Petraccini.
Con un avance formidable, Tomás Sniechowski llegó al tercer lugar quedando muy cerca de la pelea por los primeros lugares. Así a mitad de carrera Luque, Petraccini y Sniechowski peleaban a todo o nada.
Carlitos Okulovich se metió en zona de podios primero y la final lo tuvo en el segundo lugar. No se conformó porque inclusive por todas partes le fue a buscar a Manuel Luque.
Manuel Luque se impuso con el auto de Pastori, segundo Carlitos Okulovich con el de Von Steiger y tercero Joaquín Volpe con el de Urrutia.